Pon a hervir 500 ml de agua en un cazo.
Vierte el agua hirviendo en una tetera o en una jarra resistente al calor.
Añade 2 cucharadas de flores de hibisco secas y remueve suavemente.
Deja infusionar de 5 a 10 minutos, según la intensidad deseada.
Coloca un colador de malla fina sobre otra jarra limpia o un bol resistente al calor y cuela el té, descartando las flores.
Si lo deseas, añade azúcar al gusto y remueve hasta que se disuelva por completo.
Sírvelo caliente o deja que se enfríe a temperatura ambiente antes de meterlo en el frigorífico.
Para servirlo frío, vierte el té sobre cubitos de hielo y decora con una rodaja de limón.
Como opción, añade hojas de menta fresca durante la infusión o acompáñalo con frutos del bosque frescos o rodajas de naranja para dar un toque extra de sabor.
Conserva cualquier resto en una jarra tapada en el frigorífico hasta 3 días.