Calienta 15 ml (1 cucharada) de aceite vegetal en una sartén grande a fuego medio-alto. Añade la carne picada y desmenúzala con una cuchara; cocínala hasta que se dore, unos 5-7 minutos. Escurre el exceso de grasa.
Incorpora la cebolla amarilla picada fina y cocina hasta que esté transparente, unos 3-4 minutos. Agrega el ajo picado, el chile en polvo, el comino molido, el orégano seco, la sal y la pimienta negra; rehoga 1 minuto más hasta que desprendan sus aromas.
Vierte 60 ml de agua y deja cocer a fuego lento hasta que casi se evapore, unos 2-3 minutos. Si dispones de termómetro, comprueba que la carne alcance al menos 70 ºC en su interior.
Para ablandar las tortillas, envuélvelas en un paño húmedo y caliéntalas en el microondas durante 30-60 segundos, o sumérgelas brevemente (unos 5 segundos por lado) en el aceite caliente; luego escúrrelas sobre papel absorbente.
Extiende una tortilla templada y coloca unas 2 cucharadas de relleno en un extremo. Enróllala con firmeza formando un cilindro y, si es necesario, sujétala con un palillo. Repite con el resto de tortillas y el relleno.
Calienta 720 ml de aceite vegetal en una olla profunda o en una sartén honda hasta alcanzar unos 180 ºC. Fríe 3-4 tacos a la vez, con la unión hacia abajo y sin amontonarlos, durante 2-3 minutos por lado, hasta que estén dorados y crujientes. Retíralos con unas pinzas y escúrrelos sobre una rejilla colocada sobre papel absorbente.
Sirve los tacos en una fuente y acompáñalos con lechuga iceberg rallada, queso fresco desmenuzado, nata agria o yogur griego natural, salsa roja o verde y aguacate en dados o guacamole, al gusto. Sírvelos inmediatamente, aún calientes y crujientes.