Lava bien toda la fruta. Corta la naranja y el limón en rodajas, retira el corazón de la manzana y córtala en trozos bocado, y, si usas frutos rojos, lávalos.
En una jarra grande (de al menos 2 litros de capacidad), vierte el vino tinto y añade el brandy, el licor de naranja y el zumo de naranja.
Incorpora el azúcar y remueve con energía hasta que se disuelva por completo. Prueba y ajusta el punto de dulzor si lo deseas.
Agrega con cuidado toda la fruta preparada, procurando que quede bien sumergida en el líquido.
Tapa la jarra y refrigera al menos 4 horas (o, mejor, toda la noche) para que los sabores se infusionen.
Al servir, llena las copas con hielo y reparte la sangría, fruta incluida. Si quieres, añade un chorrito de agua con gas y remueve suavemente.