Calienta 1 cucharada de aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto hasta que esté caliente y comience a brillar.
Añade la salchicha de pavo (sin tripa), desmenúzala con una cuchara y cocínala de 5 a 7 minutos, hasta que esté dorada y alcance 74 °C en el centro.
Transfiere la salchicha a un plato, dejando los jugos en la sartén.
Añade la cucharada de aceite restante, incorpora la cebolla grande picada y los pimientos picados y saltéalos durante 7–10 minutos, hasta que estén tiernos pero crujientes.
Incorpora el ajo picado y las hierbas aromáticas italianas y cocina 1 minuto hasta que desprendan su aroma.
Vierte la lata (400 g) de tomate troceado con su jugo, remueve para mezclar y lleva a fuego lento.
Devuelve la salchicha a la sartén, mezcla bien y sazona con la sal y la pimienta negra.
Reduce el fuego a medio-bajo, tapa y deja cocer 5–7 minutos más para que los sabores se integren.
Prueba y ajusta el punto de sal si es necesario. Sirve caliente sobre arroz, pasta o sola.