Calienta un chorrito de aceite de oliva virgen extra en una sartén grande a fuego medio y fríe la panceta fresca hasta que esté dorada y crujiente; retírala y escurre sobre papel absorbente.
En la misma sartén, conserva una cucharada de la grasa de la panceta y sofríe la cebolla mediana picada finamente a fuego medio-bajo durante 5–7 minutos hasta que esté transparente.
Añade los dientes de ajo picados y cocina 1 minuto más. Incorpora el tomate triturado natural, el chorrito de vino blanco (opcional), el caldo de pollo o verduras y la pizca de orégano; salpimienta al gusto y cuece a fuego bajo 15–20 minutos.
Hierve abundante agua con sal en una olla grande, cocina los rigatoni al dente según el paquete (10–12 minutos), escurre bien.
Mezcla la pasta con la salsa en la sartén, añade la panceta crujiente, remueve con suavidad y sirve inmediatamente con queso Parmesano o Grana Padano rallado.