Lava los calabacines y córtalos en trozos medianos sin pelar si la piel es fina.
Pela la patata y córtala en dados de tamaño similar a los trozos de calabacín.
Pela y pica finamente la cebolla.
En una olla mediana, calienta el aceite de oliva virgen extra a fuego medio.
Añade la cebolla y sofríe durante 5-7 minutos, hasta que esté transparente.
Incorpora el calabacín y la patata, remueve y sofríe 5 minutos más.
Vierte el agua o caldo de verduras y sazona con sal y pimienta.
Lleva a ebullición, baja el fuego, tapa la olla y cuece 15-20 minutos, hasta que las verduras estén tiernas.
Retira del fuego y tritura con una batidora de mano hasta obtener una crema fina.
Si está muy espeso, añade más agua o caldo hasta la textura deseada.
Opcional: añade la leche y bate de nuevo.
Sirve bien caliente con un chorrito de aceite de oliva, picatostes crujientes y perejil fresco.