Pon los garbanzos secos en remojo en agua fría la noche anterior (unas 12 horas); al día siguiente escúrrelos y enjuágalos. Si usas garbanzos de bote, simplemente escúrrelos y enjuágalos bajo el grifo.
En una olla grande, calienta el aceite de oliva virgen extra a fuego medio.
Pica la cebolla y los dientes de ajo finamente y corta la zanahoria en rodajas o cubos pequeños.
Añade la cebolla y el ajo al aceite y pocha 5-7 minutos, hasta que estén transparentes.
Incorpora la zanahoria y cocina 5 minutos más, hasta que empiece a ablandarse.
Si usas chorizo fresco, córtalo en rodajas y añádelo a la olla; dora 2-3 minutos.
Añade los garbanzos escurridos y la patata pelada y troceada en dados medianos.
Espolvorea el pimentón dulce y el comino molido, añade la hoja de laurel y mezcla bien para impregnar sabores.
Vierte el caldo de verduras (o agua) hasta cubrir. Lleva a ebullición a fuego fuerte.
Baja a fuego medio-bajo, tapa y cuece: 1½-2 horas si usas garbanzos secos, o 20-30 minutos si usas de bote, hasta que todo esté muy tierno.
Prueba y ajusta de sal y pimienta. Si lo prefieres más espeso, machaca ligeramente unos garbanzos y patatas contra el lateral de la olla.
Deja reposar 5-10 minutos antes de servir y acompaña con pan si lo deseas.