Precalienta el horno a 220 °C y coloca en su interior una piedra para pizza o una bandeja de horno.
Coloca la base de pizza preparada de 30 cm sobre la piedra o bandeja caliente.
Distribuye la salsa de tomate para pizza de manera uniforme sobre la base, dejando un borde libre de unos 1,5 cm.
Espolvorea el queso mozzarella rallado de forma uniforme sobre la salsa.
Reparte las rodajas de salami picante sobre el queso.
Reparte los champiñones frescos laminados sobre el salami picante.
Hornea de 12 a 15 minutos, o hasta que la masa esté dorada y el queso burbujee y se dore ligeramente.
Saca la pizza del horno y déjala reposar 5 minutos antes de cortarla y servirla.