Precalienta el horno a 200 °C (función convección si la tienes) y cubre una bandeja con papel de hornear.
Lava la coliflor, córtala en ramilletes y tritúrala en un robot de cocina hasta que tenga textura de arroz.
Pon la coliflor triturada en un bol apto para microondas y cocina a máxima potencia durante 5-7 minutos, hasta que esté tierna. Deja que se enfríe un poco.
Coloca la coliflor cocida en un paño limpio o gasa y exprime con fuerza para eliminar todo el líquido.
En un bol grande, mezcla la coliflor escurrida, el huevo, 60 g de mozzarella rallada, 30 g de harina de almendra, 1 cucharadita de orégano seco, ½ cucharadita de ajo en polvo, ¼ cucharadita de sal y una pizca de pimienta negra hasta obtener una masa homogénea.
Extiende la mezcla sobre la bandeja preparada formando un círculo de unos 25-30 cm de diámetro y un grosor de unos 0,5 cm, dejando el borde ligeramente más alto.
Hornea la base durante 20-25 minutos, hasta que esté dorada y firme al tacto.
Saca la base del horno y reparte 120 ml de salsa de tomate por toda la superficie, dejando un pequeño borde.
Cubre con 100 g de mozzarella rallada, las rodajas de pepperoni (opcional, se puede sustituir por chorizo) y las tiras de pimiento.
Espolvorea 2 cucharadas de queso parmesano rallado (opcional) y hornea otros 10-15 minutos, hasta que el queso esté fundido y burbujee.
Deja reposar la pizza 5-10 minutos antes de cortarla y servirla.