Saca la picaña de la nevera al menos 1 hora antes para que esté a temperatura ambiente y precalienta el horno a 180°C con calor arriba y abajo.
Con un cuchillo afilado, haz cortes en rejilla sobre la capa de grasa de la picaña sin llegar a la carne.
Frota generosamente toda la pieza con sal gorda y pimienta negra recién molida.
Coloca la picaña en una bandeja de horno con la grasa hacia arriba (usa una rejilla si la tienes) y rocía un chorrito de aceite de oliva virgen extra por encima.
Hornea durante 45–50 minutos para un punto medio (rosado por dentro). Si la prefieres más hecha, extiende el tiempo otros 10–15 minutos, hasta que la grasa esté dorada y crujiente.
Retira la bandeja del horno y deja reposar la picaña fuera de la bandeja durante 10–15 minutos, cubriéndola ligeramente con papel de aluminio.
Corta la picaña en lonchas gruesas en contra de la fibra y sirve con patatas asadas, ensalada fresca o verduras a la plancha.