En una olla grande, lleva agua con sal a ebullición. Añade 200 g de espaguetis o tallarines y cuece 8–10 minutos hasta que estén al dente. Reserva 100 ml del agua de cocción y escurre la pasta.
Mientras tanto, calienta 1 cucharada de aceite de oliva en una sartén a fuego medio. Añade una cebolla pequeña picada finamente y sofríe durante unos 5 minutos hasta que esté tierna y translúcida.
Reduce el fuego al mínimo y vierte 200 ml de nata para cocinar. Incorpora la ralladura y el zumo de medio limón, remueve y calienta suavemente durante 1–2 minutos.
Añade la pasta escurrida a la sartén junto con 150 g de salmón ahumado desmenuzado y la mayor parte del eneldo fresco picado. Agrega un chorrito del agua de cocción reservada y mezcla hasta que la pasta quede bien impregnada y el salmón se temple.
Salpimenta generosamente con pimienta negra recién molida (no es necesario añadir más sal).
Reparte la pasta en platos calientes, espolvorea el resto del eneldo por encima y sirve de inmediato.