Pon abundante agua a hervir en una olla grande.
En un bol mediano, mezcla los dados de pechuga de pollo con media cucharada de aceite de oliva, la mezcla de especias italianas secas, ajo en polvo, una pizca de sal y otra de pimienta negra molida.
Añade la pasta tipo penne al agua hirviendo y cuece hasta que esté al dente, unos 8-10 minutos.
Durante los últimos 3 minutos de cocción, añade los floretes de brócoli a la olla.
Escurre la pasta y el brócoli, reservando 120 ml del agua de cocción.
Calienta media cucharada de aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto.
Añade el pollo sazonado a la sartén y cocínalo, removiendo de vez en cuando, hasta que se dore y alcance 74 °C en su interior, unos 5-7 minutos. Retíralo y resérvalo en un plato.
Reduce el fuego a medio y añade el ajo picado; sofríelo hasta que desprenda aroma, aproximadamente 1 minuto.
Vierte el caldo de pollo en la sartén y raspa los restos dorados del fondo; deja que el líquido hierva a fuego lento durante aproximadamente 1 minuto.
Añade la pasta, el brócoli y el pollo a la sartén y mezcla bien para integrarlo todo.
Incorpora el queso parmesano rallado y añade un poco del agua de cocción reservada hasta conseguir la textura deseada.
Prueba y ajusta la sal y la pimienta negra molida al gusto.
Sirve inmediatamente y, si lo deseas, espolvorea más queso parmesano rallado por encima.