Precalienta el horno a 190 °C y cubre un molde para 12 muffins con cápsulas de papel o engrásalo con spray antiadherente.
En un bol grande, tamiza la harina, la proteína de suero de leche, la levadura química, el bicarbonato y la sal, y mézclalo todo con unas varillas.
En otro bol, bate los huevos con la leche, el sirope de arce, el aceite (o el aceite de coco fundido) y el extracto de vainilla hasta obtener una mezcla homogénea.
Vierte los ingredientes húmedos sobre los secos y remueve suavemente hasta que apenas se integren, dejando algunos grumos.
Incorpora con cuidado los arándanos; si están congelados, añádelos directamente sin descongelar.
Reparte la masa en los 12 moldes, llenando cada cápsula hasta aproximadamente dos tercios de su capacidad.
Hornea de 18 a 22 minutos, o hasta que la superficie esté dorada y al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
Deja reposar los muffins en el molde durante 5 minutos y, a continuación, trasládalos a una rejilla para que se enfríen por completo o disfrútalos templados.