Precalienta el horno a 190 °C.
Llena una olla grande con unos 4 l de agua con sal y llévala a ebullición.
Añade 450 g de macarrones y cuece 7–9 minutos hasta que estén al dente. Escurre y reserva.
En una cazuela amplia a fuego medio, derrite 115 g de mantequilla sin sal.
Incorpora 60 g de harina de trigo y cocina 1–2 minutos, removiendo, hasta formar un roux.
Vierte poco a poco 1 l de leche entera, sin dejar de remover, y añade 240 ml de nata líquida.
Cocina, sin parar de remover, hasta que espese y empiece a burbujear, unos 5–7 minutos.
Retira del fuego y añade 225 g de queso cheddar curado rallado, 225 g de queso Gouda ahumado rallado y 110 g de queso Monterey Jack rallado. Mezcla hasta que se fundan.
Añade 1 cucharada de pimentón ahumado, 1 cucharadita de mostaza en polvo, 1 cucharadita de sal y ½ cucharadita de pimienta negra. Si quieres un sabor más intenso, añade ½ cucharadita de humo líquido.
Incorpora los macarrones escurridos y mezcla bien.
Vierte todo en una fuente de 23×33 cm y espolvorea 50 g de pan rallado tipo panko por encima.
Hornea 20–25 minutos hasta que empiece a burbujear y se dore.
Deja reposar 10 minutos antes de servir.