Precalienta el horno a 190 °C y engrasa ligeramente una fuente cuadrada de 23 × 23 cm.
Cuece 100 g de macarrones en agua con sal siguiendo las indicaciones del paquete hasta que estén al dente. Escúrrelos y resérvalos.
Pela, descorazona y corta 2 manzanas Granny Smith grandes en dados.
En una sartén grande a fuego medio, derrite 30 g de mantequilla sin sal. Añade las manzanas, 25 g de azúcar granulado y ½ cucharadita de canela molida; cocina, removiendo de vez en cuando, durante 5–7 minutos, hasta que las manzanas estén ligeramente tiernas. Retira del fuego.
En un bol grande, bate 2 huevos con 360 ml de leche entera, 25 g de azúcar granulado restante, 50 g de azúcar moreno claro, la canela restante (½ cucharadita), ¼ cucharadita de nuez moscada molida, 1 cucharadita de extracto de vainilla y una pizca de sal hasta obtener una mezcla homogénea.
Incorpora con suavidad los macarrones y las manzanas salteadas a la mezcla de huevo y leche. Vierte todo en la fuente preparada.
Derrite la mantequilla restante (30 g) y reparte la mantequilla derretida por encima de los macarrones.
Hornea durante 35–45 minutos, hasta que la superficie esté dorada y el centro cuaje (al pinchar con un cuchillo, éste debe salir limpio). Si se dora demasiado rápido, cúbrelo con papel de aluminio.
Deja reposar de 10 a 15 minutos antes de servir.