Precalienta el horno a 190 °C y engrasa una fuente de 23 x 33 cm con mantequilla.
Calienta el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio.
Añade la cebolla picada y el pimiento verde picado, y sofríe durante 5-7 minutos hasta que estén tiernos.
Incorpora la salchicha ahumada, cocina 5 minutos hasta que se dore ligeramente y retira del fuego.
En un bol mediano, bate la sopa condensada de champiñones, la leche, el ajo en polvo y la pimienta negra molida hasta obtener una mezcla homogénea.
Reparte las patatas en dados en la fuente preparada.
Distribuye por encima la mezcla de salchicha, cebolla y pimiento.
Espolvorea 150 g de queso cheddar rallado por encima.
Vierte la mezcla cremosa de champiñones de forma uniforme sobre la preparación.
Cubre la fuente con papel de aluminio y hornea durante 45 minutos.
Retira el papel de aluminio, espolvorea los 50 g de queso cheddar restantes y hornea sin tapa 15-20 minutos más, hasta que las patatas estén tiernas y el queso esté dorado y burbujeante.
Deja reposar 5-10 minutos antes de servir.