Purgar las coquinas: colocarlas en un bol grande con abundante agua fría y una cucharada de sal, dejar reposar 60 minutos cambiando el agua un par de veces, escurrir y enjuagar bien.
Picar los ajos en láminas finas, picar el perejil fresco y cortar la guindilla en rodajitas si se utiliza.
Calentar el aceite de oliva virgen extra en una sartén amplia a fuego medio.
Añadir el ajo laminado y la guindilla, sofreír suavemente hasta que el ajo empiece a dorarse sin quemarse.
Incorporar las coquinas escurridas, subir el fuego a medio-alto y remover durante 1 minuto.
Verter el vino blanco seco, tapar la sartén y cocer al vapor 2–3 minutos hasta que todas las coquinas se abran.
Retirar del fuego y desechar las coquinas que no se hayan abierto.
Espolvorear con el perejil picado y rectificar de sal si es necesario.
Servir inmediatamente bien caliente, acompañado de pan crujiente para mojar en la salsa.