Corta la panceta de cerdo con piel en trozos de unos 4–5 centímetros.
Coloca los trozos en una olla grande y añade agua hasta cubrirlos junto con una buena pizca de sal.
Lleva a ebullición a fuego medio-alto; cuando hierva, baja el fuego y cuece a fuego lento durante 45–60 minutos.
Cuando el agua se haya evaporado por completo y solo quede grasa en la olla, sube el fuego a medio.
Fríe los chicharrones en su propia grasa, removiendo de vez en cuando para que se doren de manera uniforme, durante 30–40 minutos.
Retira los chicharrones con una espumadera y colócalos sobre papel de cocina para absorber el exceso de grasa.
Sirve los chicharrones calientes con un chorrito de limón si lo deseas.