Calienta 1 cucharada de aceite de girasol en una sartén grande a fuego medio-alto.
Añade el pollo troceado y cocínalo, removiendo de vez en cuando, hasta que ya no esté rosado, unos 5–7 minutos.
Incorpora el chile en polvo, el comino molido, el ajo en polvo, la cebolla en polvo, la sal y la pimienta negra molida; cocina 1–2 minutos más hasta que desprendan aroma y el pollo alcance unos 74 °C en el centro. Retíralo y resérvalo.
En una cacerola mediana, mezcla el arroz con el agua y lleva a ebullición.
Reduce el fuego a bajo, tapa y deja cocer 15–18 minutos, hasta que el agua se absorba y el arroz esté tierno. Esponja con un tenedor.
Enjuaga y escurre los frijoles negros. Si lo deseas, caliéntalos en un cazo pequeño o en el microondas.
Extiende una tortilla de harina de trigo y coloca en el centro unas 4 cucharadas de arroz cocido, 4 cucharadas de pollo, 2 cucharadas de frijoles negros, 2 cucharadas de salsa y un puñado de queso rallado.
Dobla los lados de la tortilla hacia el centro, pliega la parte inferior sobre el relleno y enrolla bien apretado.
Opcional: calienta una sartén limpia a fuego medio y coloca los burritos con la unión hacia abajo; cocina 2–3 minutos por cada lado hasta que estén dorados y crujientes.
Sirve enseguida acompañados de nata agria, cilantro fresco picado, gajos de lima o guacamole.