Precalienta el horno a 175 °C. Engrasa un molde rectangular de unos 23 × 33 cm o fórralo con papel de horno, dejando un saliente para desmoldar con facilidad.
En un bol amplio, mezcla 240 g de harina de repostería, 100 g de azúcar y 1/4 cucharadita de sal. Incorpora 225 g de mantequilla sin sal fría, cortada en trocitos, y mézclala con un tenedor, con la punta de los dedos o con un utensilio para masas hasta obtener una textura de migas gruesas.
Presiona la masa uniformemente en el fondo del molde y hornea durante 15 minutos, o hasta que esté ligeramente dorada.
Mientras la base está en el horno, derrite 115 g de mantequilla sin sal en una cacerola mediana a fuego medio. Añade 200 g de azúcar moreno y 240 ml de sirope de maíz ligero (jarabe de maíz), y calienta hasta que empiece a hervir suavemente, removiendo de vez en cuando. Retira del fuego y deja enfriar 5 minutos.
En otro bol, bate ligeramente 3 huevos grandes. Vierte despacio la mezcla templada sobre los huevos, sin dejar de batir. Añade 1 cucharadita de extracto de vainilla y 1/4 cucharadita de sal, y mezcla. Por último, incorpora 200 g de nueces pacanas (mitades) con movimientos envolventes.
Vierte el relleno de nueces sobre la base aún tibia y extiéndelo de manera uniforme. Hornea de 25 a 30 minutos, o hasta que el relleno esté cuajado y ligeramente dorado (el centro no debe moverse).
Deja enfriar por completo la plancha en el molde sobre una rejilla (unos 2 horas). Luego, utiliza el saliente de papel de horno para desmoldarla, colócala sobre una tabla y corta en barras.