Coloca 200 g de arroz Calrose en un colador de malla fina o en un bol. Enjuágalo bajo un chorro de agua fría, moviéndolo con la mano, hasta que el agua salga casi transparente.
Transfiérelo a una cacerola mediana con tapa que ajuste bien. Añade 300 ml de agua fría y ¼ de cucharadita de sal. Remueve suavemente para mezclar.
Pon la cacerola a fuego medio-alto y lleva a ebullición. En cuanto rompa el hervor, reduce el fuego al mínimo y tapa la cacerola.
Deja que cueza a fuego muy bajo, sin levantar la tapa, durante 15 minutos.
Retira la cacerola del fuego y déjala reposar, tapada, durante 10 minutos.
Destapa la cacerola y esponja suavemente el arroz con un tenedor. Sírvelo caliente.