Mezcla las hebras de azafrán con el agua caliente en un bol pequeño, remueve suavemente y deja infusionar durante 10–15 minutos hasta que el líquido adquiera un tono dorado-anaranjado.
Coloca el arroz basmati en un colador fino y enjuágalo bajo agua fría hasta que el agua salga limpia. Escurre bien.
Derrite la mantequilla en una cazuela mediana a fuego medio. Añade el arroz escurrido y sofríelo, removiendo constantemente, durante 2–3 minutos hasta que los granos desprendan aroma y empiecen a dorarse ligeramente.
Añade el caldo (o el agua), la mezcla de azafrán infusionado y la sal. Remueve con suavidad para integrar y lleva a ebullición a fuego medio-alto.
Reduce inmediatamente el fuego al mínimo, tapa la cazuela y cocina a fuego muy bajo sin destapar durante 15 minutos.
Retira la cazuela del fuego y deja reposar el arroz con la tapa puesta durante 10 minutos para que termine de absorber la humedad.
Destapa, esponja el arroz con un tenedor y sirve inmediatamente.