Llenar un bol grande con agua fría y el zumo de medio limón.
Retirar las hojas exteriores duras de cada alcachofa hasta llegar a las tiernas, cortar la parte superior y pelar el tallo.
Quitar los pelillos del corazón con una cucharilla, frotar cada alcachofa con la otra mitad de limón y sumergir en el agua con limón.
Cortar las alcachofas limpias en cuartos o láminas y escurrir bien.
Calentar el aceite de oliva en una sartén amplia a fuego medio.
Añadir el jamón serrano y dorar 3–4 minutos hasta que esté crujiente; retirar y reservar.
En el mismo aceite, agregar el ajo laminado y dorar 2 minutos a fuego suave.
Incorporar las alcachofas, subir el fuego y saltear 5 minutos, removiendo de vez en cuando.
Verter el vino blanco (si se usa) y dejar evaporar el alcohol 2 minutos.
Añadir el agua o caldo de verduras, tapar y cocer a fuego medio-bajo 15–20 minutos hasta que las alcachofas estén tiernas.
Volver a incorporar el jamón, mezclar y espolvorear el perejil picado.
Ajustar de sal y pimienta al gusto y servir caliente.